Comer es una necesidad diaria que damos por sentada, pero la región de latinoamérica como parte del Sur Global, sigue representando un desafío para suplir sus necesidades de acceso a la alimentación digna de sus habitantes.
Y es que al hablar de acceso a los alimentos ha de abordarse desde una mirada realista y transversal, pues es una cadena de factores los que permiten que esa triste realidad, afecta a millones de latinoamericanos diariamente, al igual que otros tantos en el mundo,.
Desempleo
El poder adquisitivo de quien no posee un empleo formal o informal por diversas causas, dificulta y limita grandemente el acceso a suplir sus necesidades personales y de su grupo familiar para comprar en un mercado o en un supermercado,los alimentos que permitan la supervivencia. La edad es un factor que va afectando más y más a muchos latinos que ven en el avance de sobrepasar los 35 años como las oprotunidades o el valúo de su potencial y experiencia se ve relegado por pesonas más jóvenes, que son preferidos por las empresas, esto por mencionar una problemática a grosso modo.
Salud
La mala alimentación o menos alimentación o exceso de alimentación, afecta directamente la salud de las personas y su calidad de vida, derivando en anemias, desnutrición,diabetes, etre otras enfermedades, sin contar aquellas personas que por una condición médica no pueden comer lo que la «mayoría» consumen.
Datos según la OPS:
Entre 2019 y 2021, la cifra de hambre en la región aumentó en 13,2 millones, alcanzando un total 56,5 millones de personas con hambre en 2021, situación que también fue afectada por el impacto de la pandemia de la COVID-19. Un incremento liderado por América del Sur, donde 11 millones de personas adicionales padecieron hambre. Entre 2019 y 2021, el hambre alcanzó una prevalencia del 7,9 % en América del Sur, 8,4% en Mesoamérica y 16,4% en el Caribe.
OPS
Sobrepeso
Generalmente se asocia a la ingerencia de comida en abundancia como algo positivo, pero hay afectaciones de obesidad, lo cual también es una mala nutrición y por supuesto una carga en la atención de salud pues con ello se asocia padecimientos como hígado graso, diabetes, hipertensión, entre otros.
Datos alarmantes
El tema es complejo y transversal , textualmente segun Naciones Unidas en su informe presenta:
- En Sudamérica, el número de personas que padecen hambre se redujo en 3,5 millones entre 2021 y 2022. No obstante, hay 6 millones de personas subalimentadas adicionales en comparación con el escenario anterior al COVID-19.
- En Mesoamérica, 9,1 millones de personas padecieron hambre en 2022, lo que significa una prevalencia del 5,1 %. Esta cifra no da cuenta de alguna variación significativa respecto de la medición anterior.
- En la zona del Caribe, 7,2 millones de personas experimentaron hambre en 2022, con una prevalencia de 16,3%. En comparación con 2021, este número aumentó en 700.000, y entre 2019 y 2022, el incremento fue de un millón de personas, siendo la prevalencia más alta la de Haití.
- América Latina y el Caribe enfrenta cada vez con más fuerza el complejo problema de malnutrición que abarca tanto la desnutrición —retraso del crecimiento, emaciación infantil y carencias de vitaminas y minerales— como el sobrepeso y la obesidad.
Visibilizar el problema
El tema y sus datos de organismos oficiales es un punto pendiente de solventar para la región, además de prestar atención a la coyuntura política global y el cambio climático, exclusión por edadismo, entre otras problemáticas sociales que han de ser puestas en agenda mediática, para la búsqueda de soluciones viables,conjuntas y sostenibles en el tiempo como región con fuertes lazos culturales y alimenticios en común, así como la implementación de políticas para prevenir el sobrepeso y la desnutrición.