El ruido en las grandes ciudades, parece ser algo cotidiano, pero no por eso se puede ignorar sus efectos en la salud de las personas. Sonidos del tráfico, gritos de ventas, música estridente y una larga lista se puede sumar a lo que se denomina contaminación acústica en las grandes urbes.
Cada vez es más común ver personas con audífonos en las ciudades para procurar aislarse del ruido ambiental, pero, esta situación del ruido urbano, algo «normal» o representa algún daño para las personas.
¿Qué dice la OMS?
Según la Organización mundial de la salud, la contaminación acústica es un factro que puede taer efectos en el tiempo para las personas que ya padecen de problemas para dormir o molestias aduditivas crónicas, lo que lleva a pensar que este, no es un tema menor o para pasar por alto.
La contaminación acústica provoca 12.000 muertes prematuras al año en la Unión Europa y afecta a uno de cada cinco de sus ciudadanos. Los niveles de ruido aceptables se superan en muchas ciudades del mundo, entre ellas Argel, Bangkok, Damasco, Dhaka, Ho Chi Minh City, Ibadan, Islamabad y Nueva York.
Fuente: Noticias de Naciones Unidas
Los más afectados son los más jóvenes, los ancianos y las comunidades marginadas cerca de carreteras con mucho tráfico y zonas industriales y alejadas de los espacios verdes.
Asimismo, los animales que habitan los entornos urbanos, como aves, ranas e insectos, también sufren el ruido que afecta a la comunicación acústica de la que la que dependen para sobrevivir.
Pérdida o daños en la audición
El uso de dispositivos a alto volumen o la exposición constante a decibelios fuera del rango normal por largo tiempo, repercute en la salud auditiva, por eso, el cuido, conocimiento y réplica del cuidado de la audición es una situación en común, debe ser tomada como acciones de responsabilidad compartida y no cómo asunto individual.
Según las noticias de Naciones Unidas en grandes ciudades del mundo: «La contaminación acústica provoca 12.000 muertes prematuras al año en la Unión Europa y afecta a uno de cada cinco de sus ciudadanos. Los niveles de ruido aceptables se superan en muchas ciudades del mundo, entre ellas Argel, Bangkok, Damasco, Dhaka, Ho Chi Minh City, Ibadan, Islamabad y Nueva York».
¿Qué hacer?
Evitar la larga exposición a lugares con sonidos a más de 100 decibelios, un uso responsable de audífonos a un nivel moderado,charlas de concientización de este tema que es pasado por alto y buscar estar en espacios con reducida contaminación acústica para darle descanso al sentido del oído.
La pérdida de la escucha o daños en ella, no es una enfermedad transmisible, pero que sí reporta afectaciones en la salud y calidad de vida de quiénes se ven expuestos a sonidos altos, es por eso que las recomendaciones, atención e información del tema abordado,puede sumar a prevenir y proteger de manera compartida la salud auditiva en las grandes urbes, que lastimosamente se ven cada vez más expuestas a ruidos en cantidades realmente nocivas para la calidad de escucha humana.