En un mundo donde la información circula más rápido que la verdad, el periodismo de ciencia no es un lujo ni una especialidad para unos pocos: es una necesidad para la sociedad.
Conocimiento amplio
Cada periodista, sin importar su área, debería tener al menos una base sólida de cómo funciona la ciencia, cómo se construye el conocimiento y cómo se traduce eso en historias que la gente pueda comprender, el periodista hace un nexo importante entre el conocimiento,la información y las personas.
¿Por que importa esta habilidad?
Porque hoy casi todos los temas —desde la salud y el medio ambiente hasta la economía, la tecnología o la política de los Estados— tienen un componente científico o tecnológico. No se puede cubrir una pandemia, una crisis climática o una noticia sobre inteligencia artificial sin entender cómo se genera la evidencia ni cómo se comunican los datos.
¿Y las Universidades?
Urge que en regiones como Latinoamérica, las universidades incluyan un curso,diplomado ,materia o especialización en periodismo de ciencia,pues el conocimiento ha de trasladarse con método,profundidad para evitar seguir nadando a la deriva en un mar turbulento de desinformación y noticias sin evidencia pero con demasiada viralidad.
Más que reproducir una opinión
El periodista de ciencia no solo informa: interpreta, contrasta y de alguna forma, «traduce» el lenguaje técnico al lenguaje ciudadano. Su labor es tender un puente entre los laboratorios y la vida cotidiana, entre los expertos y la comunidad. Y en tiempos de desinformación y noticias falsas, ese puente es más urgente que nunca.
Ir más allá de las declaraciones
Tener conocimiento de periodismo científico también enseña una actitud: la del escepticismo responsable. Un periodista que conoce los principios de la ciencia sabe que ningún dato aislado basta, que toda afirmación debe tener evidencia, que las fuentes deben verificarse, y que la duda es más valiosa que la prisa por publicar. Esa mentalidad científica —curiosa, crítica y rigurosa— mejora cualquier tipo de periodismo. Es preguntarse por qué se sabe , cómo se sabe y que bases tiene eso que se dice saber.
Panorama LATAM
En América Latina, donde la educación científica aún enfrenta brechas y los temas de ciencia suelen ocupar poco espacio en los medios, los periodistas que se forman en esta área se vuelven agentes de cambio. Son quienes pueden explicar por qué una vacuna salva vidas, cómo el cambio climático impacta la economía local o qué riesgos éticos trae el mal uso de la inteligencia artificial.
El periodismo de ciencia también humaniza el conocimiento: no se trata solo de datos, sino de personas. Detrás de cada avance científico hay historias de esfuerzo, creatividad, errores y descubrimientos. Contarlas bien inspira, educa y conecta la ciencia con la sociedad.
Urge más periodismo de ciencia
Por eso, más que una especialización, el periodismo de ciencia debería considerarse una competencia esencial para todo periodista. En una época donde la verdad compite con la viralidad, entender la ciencia no solo nos hace mejores comunicadores: nos hace defensores del conocimiento, la razón y el pensamiento crítico.La información puede circular en segundos.
Pero la comprensión —esa que transforma a una sociedad— requiere periodistas que sepan contar la ciencia con claridad, rigor y sensibilidad, que vean más allá de la declaración y muestren la evidencia científica detrás de la noticia.











