Formar comunicadores científicos es una inversión en sociedades más informadas, menos vulnerables a la desinformación y más capaces de innovar, esto es una deuda pendiente y urgente para la región del Sur global.
La ciencia necesita algo más que «traductores»
Los avances científicos suelen expresarse en un lenguaje técnico que resulta inaccesible para la mayoría de las personas. Ahí entran los comunicadores de ciencia,divulgadores y periodistas de ciencia profesionales, capaces de traducir hallazgos complejos en mensajes claros y cercanos.
En los últimos años, han surgido en la región congresos, seminarios y talleres que buscan formar a estos mediadores. Ejemplos incluyen el Congreso Internacional de Comunicación, Divulgación y Periodismo de Ciencia (CICDPC) o iniciativas universitarias en Argentina, México y Colombia.
El impacto social
Cada comunicador formado es un multiplicador. Su labor no solo informa, también inspira vocaciones científicas en jóvenes y genera debates públicos mejor fundamentados. En temas sensibles como vacunas, transgénicos o cambio climático, contar con voces capacitadas es esencial para combatir la desinformación. A nivel social, las casas de educación superior son la primera línea que debería estar alerta y al pendiente del impacto que significa invertir e incentivar la formación de formadores y la creación de espacios permanentes donde la ciencia se deje de percibir como algo lejano y se acerque al ciudadano de a pie y los futuros profesionales, lo cual en sí mismo, estriba en un cambio de percepción del conocimiento.
Comunicar desde Latinoamérica
La ciencia no puede seguir viéndose como un territorio ajeno o «del primer mundo». Desde el “Pulgarcito de América” hasta el Cono Sur, la región tiene historias, desafíos y talentos que merecen ser contados. Comunicar ciencia desde aquí es reafirmar que el conocimiento también es parte de nuestra identidad cultural. Y son estas historias diversas, profundas, amplias que merecen ser puestas en escena con sus protagonistas y dar paso a la interacción, discusión, cuestionamiento y razonamiento de los saberes, pues no se trata de aceptar de manera dogmática sino de realizar un constante análisis que permita eniquecer el debate y el crecimiento al respecto de un abordaje temático,
Una apuesta por el futuro
Invertir en formación de comunicadores de ciencia es sembrar futuro. Una sociedad informada toma mejores decisiones, exige políticas responsables y construye un desarrollo más justo y sostenible. Apostar desde la inversión de recursos, espacios, incentivos, patrocinios, espacios en los medios, es la cadena de procesos que pueden sumar a un mejor panorama respecto a la comunicación integral de la ciencia con sus categorías especializadas y que puedan proyectar un futuro donde el foco del conocimiento tengo protagonismo y acceso para las personas por distintas plataformas tradicionales y emergentes.