
«Guardar la calma, no correr, no gritar», son parte de las indicaciones que nos dan para enfrentar un movimiento de tierra conocido como sismo, temblor o terremoto.
Los sismos son impredecibles, si bien es cierto ahora hay alertas sonoras como la famosa alerta de Ciudad de México o la aplicación digital que recientemente han implementado disponible en El Salvador entre otros sistemas de detección o alerta, lo cierto es que no se sabe con exactitud, cuándo puede ocurrir un terremoto y su magnitud.
¿Por qué tiembla?
Es interesante la metáfora y manera en que lo explica la revista ciencias de la tierra:
«Los terremotos son eventos provocados por el dinamismo de la Tierra que nos recuerdan que, bajo nuestros pies, las rocas se mueven constantemente. Estas rocas que parecen vivientes forman parte de la litósfera, capa superficial de la Tierra formada por la corteza y la parte superior del manto. Nuestro planeta está formado por tres capas principales que a modo didáctico las compararemos con las partes de un huevo. La corteza, que puede ser continental u oceánica, sería la cáscara del huevo, el manto (superior e inferior) correspondería a la clara y el núcleo (externo e interno) sería la yema».
Fuente: revista ciencias de la tierra
Nuestro planeta se está moviendo constantemente bajo nuestros pies, algunos de estos movimientos son imperceptibles, pero se debe comprender que se generan por la corriente de convección, es decir cuando la litósfera se desplaza sobre la astenósfera, capa conformada por parte del manto superior y el manto inferior.
Importante es recalcar que los sismos también pueden darse por actividad volcánica, deslizamientos de tierra e incluso por la misma actividad humana como por ejemplo la actividad en los túneles de minería.(Tronaduras por explosivos)
Conceptos
«Sismo,seísmo, temblor o terremoto», se refieren a lo mismo es decir a una sacudida de la tierra, por lo que diferenciar el nombre atribuido por la intensidad percibida constituye un error.
Convivir en una zona de alta sismicidad
La Ciudad de San Salvador está cimentada sobre lo que se le llama el «Valle de las Hamacas» nombre antiguo, puesto por la constante actividad sísmica. Hay lugares en el mundo que tienen mayor actividad sísmica, por ejemplo en América la zona central y sur de México, Centroamérica en su costa pacífica, Chile en el Sur , son regiones con constante actividad telúrica y con catástrofes históricas, registradas con terribles pérdidas humanas y daños en infraestructura.
Para los pobladores de estas zonas los terremotos de mayor o menor intensidad no es algo desconocido, pero algunos destacan sobre cómo se ha educado y formado a la población para enfrentar estos sucesos naturales, por lo que parte de las recomendaciones inmediatas son, guardar la calma, no correr y ponerse a salvo en espacios llamados «puntos de encuentro» donde se pueda evitar que alguna estructura caiga sobre quienes se reúnan o refugien ahí.

Japón y el kit básico de emergencia
La tierra de Sol naciente, es una zona de alta y fuerte sismicidad, por lo que sus autoridades y población saben que ante una emergencia, particularmente un terremoto se debe disponer de artículos tales como:
- -Equipo esencial: mapa de la localidad o barrio, linterna, mechero, cerillas, una vela, una radio portátil, unas pilas de recambio, un silbato por persona, una manta de supervivencia (aluminio), un botiquín de primeros auxilios, esterilla, bolígrafos y papel, papel higiénico, saco de dormir, neceser de baño completo, toallitas, abrelatas, navaja suiza, etc. En el botiquín, se considera conveniente incluir vendas, tijeras, productos para tratar cortes y quemaduras, desinfectantes y medicamentos para el dolor de cabeza o de estómago.
- -Ropa: casco protector, zapatillas de deporte, guantes técnicos, una parca, un jersey, toallas de baño y “kairo” (sacos difusores de calor)
- -Víveres: reserva de agua suficiente para 3 días y comida no perecedera (a poder ser, cosas recalentables o autocalentables).
- -Documentos y objetos de valor: pasaporte, documentos varios de identidad, libro de familia, tarjeta de residencia, permiso de conducir, tarjetas bancarias y dinero en efectivo (para poder usar teléfonos públicos se recomienda disponer de monedas de 10 yenes).
Por estos sucesos se hacen simulacros que buscan medir la capacidad de reacción de los cuerpos de rescate, pero también formar a la población para poder sobrellevar un suceso impredecible, pero que se puede afrontar de mejor manera con una adecuación mental, emocional y práctica para saber qué hacer, cuando esto sucede.
Hace unos días se cumplieron 38 años del terrible terremoto de 7.5 grados en la escala de Richter del año 1986 en la capital salvadoreña, la cual dejó como saldo:
1,500 muertos, 10,000 heridos, unas 60,000 viviendas destruidas o seriamente dañadas, datos según el SNET
Uniformitariarismo
En geología , la revista ciencias de la tierra, indica este término, «que significa que los acontecimientos actuales de la naturaleza son originados por los mismos procesos geológicos que han actuado en el pasado, por eso el presente es la clave del pasado. Con esta aseveración, los sismólogos y paleosismólogos estudian los sismos del pasado para determinar los terremotos que pueden ocurrir en el presente».
Resta ante estos movimientos geológicos poder informarse y estar preparados, ante, durante y después del evento, pues generalmente luego de un suceso de gran magnitud hay réplicas o se activan los llamados «enjambres sísmicos» que se define según el MARN como actividad sísmica se concentra en espacio y tiempo en una región determinada, por tanto es importante conocer más de estos eventos inevitables, pero que se pueden afrontar con conocimiento y acciones pertinentes sobretodo si se vive en zonas de alta sismicidad.